domingo, 16 de diciembre de 2012

Manías


Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. El vicio de no mirar a los ojos y el de confiar a la mínima. El de decir lo que pienso sin reparo alguno. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. El de cantar en la ducha la canción más penosa del mundo, o el de arriesgar al máximo con los bordillos de las aceras. El de querer a alguien al límite. También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar, y luego arrepentirme. Pero sobretodo, mi mayor vicio es el de sacar el lado bueno de todo y sí, se que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas 'pasen por alto'. Lo siento, he dicho que tengo vicios, no problemas.. Ahora piensa lo que te de la gana. 

Improbale, pero no imposible.

La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser, o suceder. Y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improbable,pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa blanca era improbable pero sucedió. Que los "barón rojo" volvieran a tocar juntos, era improbable pero también sucedió.
Nadal desbancando del Nº1 a Federer, una periodista convertida en princesa, el 12-1 contra malta .. El amor, las relaciones, los sentimientos .. no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores IMPOSIBLES, sino de amores IMPROBABLES; porque lo IMPROBABLE es, por definición, probable, lo que es casi seguro que no pase es que pueda pasar .. y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.